“Cómo resetear tu cerebro al 100 % (y dejar la adicción al móvil)”
¿Qué son las piscinas infinitas? ¿Cómo podemos evitarlas? Hago el experimento conmigo misma.
Recientemente he finalizado un libro titulado Make time de la mano de Jake Knapp y John Zerastky, básicamente el libro trata sobre cómo enfocarte en lo que realmente importa.
Esto me hizo pensar que muchas veces digo, “no tengo tiempo” pero…realmente es ¿que no tengo tiempo? o ¿es que estoy malgastando mi tiempo? ¿acaso estoy enfocandome en lo que realmente importa?
De la forma que sea, algo tenía claro y es que no estaba administrando mi tiempo como corresponde.
Iniciando el experimento…
Decidí revisar mi teléfono móvil por décima vez como todos los días, pero esta vez era para aclarar una duda que me rondaba la cabeza una y otra vez. Quería saber cuánto tiempo pasaba mirando el móvil cada día. Para mi sorpresa, pero no tanto, descubrí que gastaba nada más y nada menos que una media de 6 horas al día. ¿Y sabéis quién llevaba la delantera? ¡Las redes sociales, por supuesto!
O sea, que en una semana había gastado 40 horas de mi tiempo en solo mirar el móvil una y otra vez. ¡Una locura!
Por aquí os dejo una captura de pantalla de mi pérdida de tiempo. Y esto solo fue la semana pasada. Si nos remontamos en el tiempo, obviamente nos encontraremos con cifras similares.
Esto claramente muestra que tengo una adicción al uso de mi dispositivo móvil, pero no os deis por aludido por que seguro muchos de vosotros estáis en la misma situación.
Entonces me pregunté ¿cómo puedo solucionar este problema ? porque aunque no lo creas ¡esto un problema!.
Pues los autores Jake Knapp y John Zerastky hablaban de las “piscinas infinitas” y ahora nos adentramos en ellas.
¿Qué son las piscinas infinitas?
Son aquellas fuentes de contenido que nunca se terminan y que están diseñadas para captar y mantener tu atención continuamente.
Ejemplos de ellas:
Redes sociales (Instagram, TikTok, Twitter, etc.)
Plataformas de streaming (Netflix, YouTube)
Noticias en línea
Email (revisarlo constantemente)
Navegar por internet sin rumbo
¿Qué proponen los autores?
Los autores sugieren que si quieres recuperar tu tiempo y atención, debes:
Evitar conscientemente las piscinas infinitas
Crear fricción para acceder a ellas (por ejemplo, desinstalar apps, usar bloqueadores o mover los iconos de lugar)
Elegir una sola cosa importante al día (Highlight) y proteger ese tiempo de las distracciones
Así que teniendo en cuenta todo esto, ¡me puse manos a la obra!
Como primer paso, procedí a rediseñar mi teléfono móvil. Comencé por el fondo de pantalla, seleccionando uno simple y minimalista 👇🏽. Mi objetivo era evitar colores llamativos que captaran mi atención, lo cual ya he logrado.
El segundo paso consistió en rediseñar mi pantalla principal. Para ello, eliminé todas las aplicaciones innecesarias que utilizaba con poca frecuencia o nunca, incluyendo las de redes sociales (que por supuesto estas eran de uso diario pero innecesario). De esta manera, solo conservé las aplicaciones que utilizo a diario y que no requieren más de una consulta al día, como el calendario o el recordatorio. Adjunto un ejemplo. 👇🏽
El resto de las app las destiné a la biblioteca de aplicaciones, así que si necesito alguna voy directamente allí.
Y os preguntaréis ¿qué has hecho con el correo electrónico?, pues te explico que el correo electronico es el mayor de las piscina infinitas, ya que recibimos mensajes a diarios, tipo publicidad, ofertas, notificaciones de pagos etc, por lo que nos lleva una y otra vez a consultar.
Así que con el mío lo que he hecho es poner un widget en la pantalla de widgets de mi iphone. de esta forma lo tengo presente pero oculto, por que obviamente aunque sea una distracción el correo electrónico sigue siendo importante.
El tercer paso que hice y quizás el más importante de todos, fueron las notificaciones. Y dirás ¿por qué son tan importantes? y es que al tenerlas activadas, captan nuestra atención una y otra vez constantemente, ya sea por ese amigo que nos manda videos graciosos de Instagram o Tik Tok, por conversaciones en grupos de whatsapps o por las mismas notificaciones del correo electrónico. Así que mi decisión fue desactivarlas todas, a excepción de los recordatorios y los mensajes importantes.
Cuando inicié todo esto, no te voy a negar que sentí un poco de síndrome de abstinencia, puede parecer estricto, pero quería poder revisar o utilizar mis apps de forma más consciente y no de forma automática.
Cuando eres consciente del uso de tus dispositivos sientes más libertad, no permites que te controle, al contrario, ganas tú el control sobre el.
Ahora os comparto mi evolución tras estos cambios, obviamente hay que seguir mejorando.
En relación con la semana pasada, he observado una disminución del 46% en mi tiempo de uso. Este cambio es significativo, ya que el ranking de aplicaciones más utilizadas ha variado, desplazando a las redes sociales en favor de las categorías de productividad y finanzas.
Este experimento ha tenido un impacto positivo en mi creatividad, y lo más relevante es que he reducido la necesidad constante de utilizar el teléfono móvil.
Las actividades para las que “no tenía tiempo” han cambiado, ya que ahora dispongo de más tiempo del que imaginaba. Con estos simples cambios, he logrado resetear mi mente al 100 %.
Evidentemente, mi concentración también ha mejorado. A veces, no basta con la fuerza de voluntad, sino que hay que pasar a la acción.
Decidir no utilizar el teléfono móvil no es suficiente, ya que siempre existirá algo que atraiga nuestra atención.
Otras opciones…
Asimismo, les ofrezco una alternativa para quienes prefieran una opción menos radical, la cual también utilizo . Si utilizan un dispositivo iPhone, existe la función de “Modos de Concentración”. Como su nombre indica, permite configurar diferentes modos para cada momento del día.
Por ejemplo, si van a entrenar, pueden seleccionar las aplicaciones que desean que aparezcan en la pantalla de inicio. Lo mismo ocurre si van a estudiar, leer o trabajar. Esta función resulta muy práctica para reducir las distracciones en función de las actividades que realicen a lo largo del día.
Mi conclusión …
Después de todo esto he logrado comprender que resetear el cerebro al 100 % no es una promesa mágica, pero sí una posibilidad real cuando decidimos salir aunque sea por un momento del ruido constante en el que vivimos.
En mi caso, probar el experimento de las piscinas infinitas —espacios sin distracciones, sin notificaciones, sin prisa— no solo me ayudó a reconectar conmigo misma, sino que transformó por completo mi relación con el móvil. Lo que antes era una adicción automática, hoy es una elección consciente. Este tipo de “reseteo” no requiere irse al otro lado del mundo, sino encontrar formas intencionadas de estar presentes. Porque a veces, para avanzar de verdad, primero necesitamos detenernos del todo.
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Excelente publicación, me encantó. La adicción al móvil es real: nos consume por completo, roba nuestra atención, nuestras habilidades creativas y afecta funciones como la memoria e incluso el estado de ánimo.
Estos días he reflexionado mucho sobre este tema, y encontrar esta publicación me motiva aún más a seguir reduciendo el uso del celular. Cada día lo uso menos.
Si estás pasando por lo mismo, te recomiendo que lo vayas dejando poco a poco. Por ejemplo: no lo agarres justo al despertar, espera al menos 30 minutos. Haz lo mismo antes de dormir: déjalo 30 minutos antes. Así, poco a poco, irás aumentando el tiempo sin él.
Entendemos que muchos trabajamos con el celular y dependemos de él, pero no de los contenidos de “piscina infinita”… esos son los que debemos empezar a soltar. 🙂↕️
Pues te agradezco el post. Por mi parte decirte que puse limitador de tiempo en las redes sociales, hay veces que me las salto, pero cada vez menos.
Esto de lo que estamos hablando es algo que pasa desapercibido, pero poco a poco nos va condicionando. Mil gracias